18 May Reflexión, el bien más preciado que el dinero: el tiempo
El ritmo de vida exaltado que la mayoría de vosotros lleváis, hace que el tiempo parezca que pasa cada vez más rápido sin fijaros en el día a día, en el presente, en el momento, aquí y ahora.
Dejamos las cosas para cuando creemos que vamos a tener más tiempo y casi nunca llega ese momento, los niños crecen, no los disfrutas y cada día que pasa sin verlos, a lo sumo unas pocas horas al día, el tiempo pasa y ya no volverá, vamos cumpliendo años, y…
No importa de dónde vengas, de donde eres o lo que haces para ganarte la vida, lo bello o bella que seas, lo bien que cuides de ti mismo, la probabilidad de morir es definitiva, por el momento. Es una realidad. Sé que suena muy extremista pero es así.
La vida es preciosa y en la mayoría de casos no se disfruta lo que deberíamos. La persona promedio vive unos 75 años o menos. Eso es alrededor de 27.000 días o 1.800.000 minutos. El temporizador inicia cuando nacemos y se detiene cuando tenemos nuestro último aliento de vida.
Todo el mundo muere, pero pocas personas realmente “saben vivir”. Cuando hablo de vivir, me refiero a vivir una vida con un propósito, me refiero a vivir una vida donde estés cumpliendo tu vocación, si la tienes, me refiero a vivir una vida en la que cumples tus logros materiales o no, me refiero a vivir una vida disfrutando de la compañía de las personas que aprecias y vivir bajo tus propios términos, condiciones, y administrando tu tiempo en lo que tu creas que está bien empleado, sin afectar negativamente y respetando a los demás, me refiero a que seas dueño de su propia vida.
En la mayoría de casos las personas no tienen ese lujo tan preciado “el tiempo”, bien porque no han sabido lograrlo o bien porque no se han parado a pensar sobre ello e intentar reconducir su vida para lograr ese propósito , el tiempo. La mayoría de la gente, vive desesperada por sobrevivir, la mayoría de la gente acepta que la mayoría de sus sueños, nunca se harán realidad y que su vida es así, como la mayoría de las vidas de las personas, pierden la emoción de continuar, viven fuera de la felicidad y la satisfacción.
Lo que todo adulto debe tratar de hacer es tener el control de su tiempo. Porque en esta etapa de la vida es donde se puede tener tiempo, pero no antes sin labrar y sembrar y saber cuándo parar, para hacer lo que quieras, cuando quieras y como quieras hacerlo. Recuerda…… quien siembra sin labrar, no llegará a segar.
Alguien dijo alguna vez que “un adulto creativo, con sueños y tiempo para cumplirlos, es un niño que ha logrado sobrevivir”. Que pronto nos olvidamos de la emoción de cuando éramos pequeños, la fuerza interior y las ganas de vivir.
Esa resignación, se define como el miedo a salir de nuestra zona de confort. Pero la realidad es que no puedes cambiar lo que hiciste en el pasado, ni controlar en cierta medida lo que sucederá en tu futuro, si antes no has puesto los medios adecuados para cambiarlo.
La realidad es que solo tú puedes controlar lo que haces en este exacto momento. El tiempo está en tus manos y en tu mente para lograrlo.